'Tschamut-Selva Train Station' photo (c) 2008, Michelle Kinsey Bruns - license: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/Hay quien dice que la vida es un viaje en tren. Y pueden que tengan razón, pero el problema es que como en todos los viajes, se empieza en una estación, esperando a un tren. Y lo malo es cuando te desesperas esperando un tren. A veces te preguntas si tu tren pasó y lo perdiste. O si descarriló antes de llegar a tu estación. O si ya estás montado en un tren y que va muy lento. O si te equivocaste de tren. Y es que tengo veinticinco años y estoy cansada. Cada vez me cuesta más ir a la estación de mi vida porque sólo veo partir trenes, que nunca son el mío, mientas sigo esperando. Hay quien dice que soy joven; pero yo no me siento así. Me siento atrapada. Con ganas de volar y alguien me cortó las alas y ya no sé para que sigo acostándome a las mil y dejándome los ojos estudiando porque a nadie le importa. Así que hoy lloraré mi agobio y mañana será otro día en el que esto no le importe a nadie (para ser realistas, esto ya no me importa ni a mi).
One more thing...

El jueves murió Steve Jobs. Una noticia que más o menos todos esperábamos pero que aún así fue portada y nos hizo recordar al señor de la manzana.

Soy Macquera, más o menos. Sé que mi mente se resiste al cambio completo y hay cosas para las que aún necesito ventanas, pero quise durante tanto tiempo un Mac que ahora Ummagumma es indispensable. Y es que si Forrest Gump no hubiera invertido en una empresa de fruta…

Pero a lo que iba. Con la muerte de Jobs los fanáticos tanto para bien como para mal han salido de sus escondrijos y han contado sus virtudes y sus maldades.

Y entiendo a ambos. Y para mí si fue una pérdida (no una pérdida enorme, pero sí una perdida). Porque Steve Jobs, tenía dos caras…

Como Jobs. CEO de Apple, fomenta, si así queréis verlo, un mundo elitista, caro, pijo y cerrado. Lo acepto.

Como Steve, como la persona a la que yo admiré, es el reflejo del sueño americano. Un señor que viene de la nada y que consigue todo lo que quiere. Y no sólo con trabajo duro, sino con ilusión, con creatividad… con la esperanza de ser diferente. Y en eso, Steve es un modelo a seguir.

Mi padre asegura que Apple no tendrá futuro: es caro y no está lo suficientemente difundido, y ahora le falta el gran líder mueve-masas que era Jobs. No lo creo. Él hacía bien las cosas y lo dejó (y perdonadme por el mal chiste) todo atado y bien atado.

Y (apropiándome de la métafora del gran Pep Hernandez) si no… nos estará vigilando desde su propia i-cloud, para mandarnos una aplicación si esto se les va de las manos.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...