Ahora que pienso mandar al olvido este blog, demasiado personal, demasiado banal, demasiado estúpido… ahora, parece que mi vida se llena de despedidas.
Durante 26 años estuvo ahí, tarareando canciones de Farina y Molina, viendo partidos de fútbol,c on sus canarios… Durante 26 años, estuvo ahí, en la puerta de al lado… y el 4 de junio, se fue.
Supongo que ahora que tenemos memoria, identidad y todas esas cosas digitales, nadie se muere del todo, mientras Google sepa de ti. Pero pese a todo…
Adiós abuelo.

Mi abuelo no sabía mucho de internet, pero pese a todo, está en un mapa de Google Street View.

Ahora que House se me ha acabado, voy a engancharme a otra serie: United States of Tara. El problema es qeu sólo tiene 3 temporadas... pero lo que llevo visto hasta ahora es... Holy shit!


Yo


No soy un personaje de Navokob pero podría firmar con mil nombres: Lu, Lui, Luisa, Luisa María, vimpela… una sola persona, múltiples personalidades; complementarias y excluyentes a partes iguales.
Es difícil pensar una forma de definirme y es que no sé lo que soy, pero sólo sé lo que no soy y eso, aunque sea por negación, es una definición.
Puedo decir que no soy profesora aunque de clase, porque cada cierto tiempo alguien me recordará que es mi cliente.
No soy fotógrafa ni artista ni escritora, pero me gusta plasmar momentos, guardar impresiones y compartirlas.
No soy socióloga, pero me gusta tanto observar el mundo.
No soy viajera, sólo busco mi sitio en el mundo.
No soy un crítico de cine, no entiendo de nada más allá de mis preferencias personales, pero cuando miro el mundo, tengo la mala costumbre de opinar sobre él.


La primera vez que alguien hizo algo así, lo observé desde un pupitre de universidad. Lo cierto es que jamás pensé que alguien racional pudiera jugarse su vida a todo o nada.

La segunda vez, lo vi en una estación de bus. Sin saberlo era una máscara que cayó al suelo en el momento más inoportuno.

La tercera vez no lo vi, lo viví. Me decidí a saltar al vacío, sin cuerda, arriesgando mi vida a doble o nada…y la ruleta sigue girando.
'La Ruleta' photo (c) 2007, cabezadeturco - license: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/

Mienten quienes dicen que el tiempo siempre mide igual. Porque no es cierto. A veces va lento, a veces vuela, y a veces no sabes cuando empieza y esperas que no acabe nunca.
            Mienten quienes dicen que es difícil, porque soñamos soluciones juntos. No hay obstáculos que no podamos saltar.
            Mienten quienes dicen que los trenes sólo conectan ciudades, porque a veces unen labios.
            No mienten quienes dicen que es una locura, pero no me importan mientras me atrapes en la camisa de fuerza de tus brazos.
            Pueden contar tantas mentiras y no nos importará ninguna.
'First cars and trains across Sydney Harbour Bridge, March 1932 / Sam Hood' photo (c) 1932, State Library of New South Wales - license: http://www.flickr.com/commons/usage/

Hace poco fui a Bilbao.  Había escuchado maravillas y autenticas barbaridades de la ciudad, así que decidí que no iba a hacer caso a nadie, decidí que sólo la ciudad me diría.  Llevaba en la maleta mucho más de los 17 kilos que la balanza de Iberia marcaba…
Lo primero que aprendí de Bilbao es que la mezcla da resultados asombrosos. Aún busco palabras para describir lo impresionante que es el Guggenhein. Y pese a que me habían dicho que no pegaba nada con el resto de la ciudad, es todo lo contrario; es perfecto porque es tan diferente que tienes que mirarlo.
Sé que esto es estúpido, pero otra cosa que me sorprendió fue lo simpatiquísima que fue la gente. Creo que nos perdimos (perdón, nosotras no nos perdimos, no estábamos encontrando referencias adecuadas en el mapa) un par de veces y siempre salió alguien a ayudarnos. ¿qué queréis que os diga? Yo no sé si ayudaría a un guiri perdido en mi pueblo sin que me pidieran ayuda…
Y otra cosa genial es lo muy Europea que es la ciudad. Quizás porque Úbeda es (y seguro que esto me trae malos comentarios) tan del sur, una ciudad tan del norte, me tenía que robar el corazón.
Me estoy paseando por los cerros de Úbeda, y eso que no tiene, y no he hablado de los pintxos. ¡¡Sólo por probarlos había que ir!! ¿Verdad Elena?
Pero lo más importante es que en Bilbao pude estar con Juan Carlos (Perdón, pollo amarillo), Bego, Alazne, Alejandro… y¡¡ que leche!! Que son los mejores y que merece la pena ir a dónde sea por hablar con vosotros (aunque casi me muera de un infarto).
Así que no sé que tendrá Bilbao, que me volví sintiéndome un poco bilbaina (exactamente, del otro lado de la Ría)… y que tendré que volver, ¿no?
Eskerrik asko

 
(todas las fotos de Bilbao que hice están por aquí y por allá


PD: También en Bilbao me di cuenta que a veces debería dejarme llevar un poco, dejar de pensarlo todo, de no cargar peso que no es mío, de ser más yo y dejar de ser lo que los demás quieren que sea. Bilbao fue en muchos sentidos mágico, inolvidable… y ese equipaje tocanarices que no pesó la báscula de Vueling debió haberse perdido en algún aeropuerto








Bueno, en realidad no, siento decepcionarte, persona que estás leyendo esta entrada en mi blog, pero... ¿a que acojona?

En realidad he(mos) querido aprovechar esta fecha tan señalada para hablar de un tema que ha generado ríos de tweets a mi(nuestro) alrededor. El hashtag #frikiboda.

Yo siempre he dicho que nunca jamás me casaría, pero que si lo hiciera iba a tener una boda tan friki que pasaría a la historia de la humanidad. Y en esto que @allthose empezó a hablar de bodas con marchas imperiales y cosas así…

¡Joder! Si él es tan (mucho) friki que yo. Así que el pajarraco bilbaíno turolense y yo empezamos a hablar de bizarradas y frikadas varias para una boda con el hasta #frikiboda. Y lno tardamos en empezar a contestar DMs y replies que nos preguntaban si eso era nuestro planning de boda. Vamos, que el concepto de una “frikiboda” abstracta no caló, todo el mundo pensó en una boda real… (eso es porque no son los suficientemente frikis como para saber que el friki es un ser solitario por naturaleza… Es difícil encontrar a alguien con quien compartir tus gashapones sin temor).

Así que de vez en cuando, el tema #frikiboda ha ido saliendo para matar el aburrimiento y revolucionar al timeline, que si no se nos amuerma (y sé que en el fondo todos desean que esto pase de ser un cuadro abstracto al realismo más puro).


En la última ocasión que sacamos la #frikiboda a colación la culpa la tuvo un comentario de @allthose sobre diosmich  y faltó tan poco para que la cosa se nos fuera de las manos que empezamos a involucrar a nuestro timeline, de tal manera que nos buscamos un oficiante con título real (@gregoriotoribio), a @Anna_Sorolla como nuestra pastelera oficial, @silviagongo de madrina de la boda (además de ser nuestra celestina 2.0 oficial que se empeña en que esto sea una realidad un día), @diegogg como reportero-emisor-streamer del evento... y un montón de gente más como asistentes, coro de niños cantores, etc. (@juancarikt, @aomatos, @iferrer, @silpico, @msvalverde y otra mucha gente que se queda en el tintero, pero que no me cabe porque no quiero alargarme más.

Bueno, que no me caso… pero que si me casara, estais todos invitados a la #frikiboda.

PD: Esto es un refrito de una entrada de @allthose… pero es que los blogs van en gananciales, ¿no?

26


Los 25 son, ante todo, una edad traicionera. Es una edad en la que la gente a tu alrededor se empeña en decirte que eres joven, tú te sientes mayor y el mundo corre. Y tú tienes la sensación de que no es así.
            Supongo que a los 25 uno todavía es joven y si el mundo no se mueve no es sólo porque uno no valga mucho, sino porque uno ha tenido la suerte de la inoportunidad.
            A los 25 la gente no se cree que uno tenga crisis existenciales. Pero las tiene. Y uno se cuestiona su presente y su futuro y se lamenta del pasado.
            A los 25 supongo que me llegó la resignación y una serenidad que no sé hasta que punto es buena.
            No todo ha sido malo con los 25. Porque también han llegado potentes descongeladores a mi vida: los niños del hospital, las eternas conversaciones, los mensajes de whatsapp… las increíbles personas que hay detrás de cada uno de ellas.
            Pero ha llegado el momento de cerrar ese libro y comenzar uno nuevo… al fin y al cabo, hoy cumplo 26. 



Una de las cosas que más sorprende a quien entra a mi dormitorio (o a mi zulo) es la cantidad de cositas que hay: peluches, muñecos, postales, dibujos… Mi madre (y no sin razón) siempre me dice que muchas veces lo ve como un mercadillo.
Sé que lo lógico sería meter muchas de esas cosas en una caja, subirlas al desván y que se las comiera el olvido, pero no quiero. Porque cada cosa que guardo está ahí porque es un trocito de alguien. Es idiota, y sinceramente no necesito nada para acordarme del as personas a las que quiero (que soy materialista, pero hasta un punto) pero, si alguien gastó su dinero y su tiempo (valorando más lo segundo que lo primero), ¿no es que quiso regalarme un trocito de él?
Podría quitar el peluche de la gaviota de La sirenita que cuelga de la lámpara, pero estaría olvidando la primera vez que mi hermano fue de campamento. Podría quitar una muñeca llorona que ya no llora, pero estaría quitando mi ropa de bebé (porque lleva un jersey de cuando yo era bebé debajo de su ropa de muñeca); podría quitar los trotamusicos, pero olvidaría que Bea quitó las figuritas de su colección para dármelos cuando sabía que llevaba un montón de tiempo buscándolos, o un gato rosa horroroso que se llama Perico y que me regaló mi abuela, o Jose Luis, un oso grandote que era de mi hermano y que siempre hacía el papel de tontote cuando jugaba a ser maestra (y podría seguir hasta que os aburrierais vosotros y yo).
Son pequeñas cosas que significan grandes mundos.
Al fin y al cabo, yo no soy nada, pero estoy hecha de todos los trocitos de personas que me han ido marcando y me hacen ser (o me obligan en cierta manera a intentar ser) mejor persona cada día.
Y esta entrada, aunque suene tonto, me recordará a alguien que le pareció bonito que supiera decirle porque guardaba tantas cosas en mi cuarto… al fin y al cabo, tú también eres un trocito de mi.
Ya que en el 2011 no hice propósitos para el año y no acabé muy contenta con el año... vamos a volver a hacer  propósitos a (in)cumplir este año.

1. Terminar el MIVCI.- Si no lo acabo este año, el #errordemivida quedará inacabado y no lo acabaré. Creo que ya llevo demasiado tiempo dándole vueltas.
2. Volver a la universidad- Todavía no sé muy bien que voy a estudiar (¿Geografía e historia? ¿Educación? ¿Antropología?) pero está claro que en septiembre "vuelvo al cole". Se aceptan sugerencias y opiniones.
3. Examinarme de C2- Sólo por curiosidad. Me da igual lo que diga un señor que sepa o no de inglés (porque los exámenes son bastante falsos pero bueno) pero cómo este año va a el año de quitarse miedos... pues allá vamos.
4. Examinarme de oposiciones.  Como parece que las van a convocar y no sabemos cuando volveran a convocarlas... pues lo intentaremos.
5. Dejar de morderme las uñas... o al menos intentarlo.
6. Ir de viaje. Con probabilidad a Escocia. Dado todo lo que he puesto en el 1 y en el 4, probablemente en agosto.
7. Estudiar otra lengua. No sé que lengua empezar a estudiar porque en Úbeda no hay mucha (ninguna oferta) pero tengo que ponerme a estudiar ya... que me estoy oxidando.
8. Conducir al menos una vez por semana. Con el miedo y la grima que me da el coche esto es una tortura... pero vamos a intentarla.
9. Comprarme una cámara de fotos.
10. Terminar de comprarme El Lobo solitario y su cachorro.
11. Tomarme un café sin prisas ni smartphones con quien se ofrezca voluntario.
12. Bajar a Málaga al menos dos veces.



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