Hay quien dice que la vida es un viaje en tren. Y pueden que tengan razón, pero el problema es que como en todos los viajes, se empieza en una estación, esperando a un tren. Y lo malo es cuando te desesperas esperando un tren.
A veces te preguntas si tu tren pasó y lo perdiste. O si descarriló antes de llegar a tu estación. O si ya estás montado en un tren y que va muy lento. O si te equivocaste de tren.
Y es que tengo veinticinco años y estoy cansada. Cada vez me cuesta más ir a la estación de mi vida porque sólo veo partir trenes, que nunca son el mío, mientas sigo esperando.
Hay quien dice que soy joven; pero yo no me siento así. Me siento atrapada. Con ganas de volar y alguien me cortó las alas y ya no sé para que sigo acostándome a las mil y dejándome los ojos estudiando porque a nadie le importa.
Así que hoy lloraré mi agobio y mañana será otro día en el que esto no le importe a nadie (para ser realistas, esto ya no me importa ni a mi).
19:55:00 |
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Al reloj no le importa mi vida y sigue corriendo
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1 comentarios
Comments (1)
No te engañes, le importa a mucha gente. Y a ti también. Ya sé que es duro ver cómo no nos salen las cosas como queríamos, pero también hay que ver la belleza en el camino. Mira esa foto de la estación de tren. El paisaje es precioso. Mira a tu alrededor. Seguro que también hay mucho que vale la pena. Todos los días nos enriquecemos con tus comentarios y tus actividades. Quizá ya estás en el tren y no te has dado cuenta.