El 30 de noviembre de 1900 murió en París Oscar Wilde. Su tumba en Père-Lachaise está llena de labios de mujer (irónico, en cierto modo) con carmín y flores. Su epitafio reza "Verbis meis addere nihil audebant et super illos stillabat eloquium meum" (que para los paletos cómo yo que no hablamos Latín significa "Tras mi palabra no replicaban, y mi razón destilaba sobre ellos), del Libro de Job, 19,22.

No sé cuando leí por primera vez "El Príncipe Feliz". Porque para mí, Oscar Wilde era Oscar Wilde. Sólo sé que era lo suficientemente pequeña cómo para acabar llorando con el triste (aunque ¿es realmente triste?) final del príncipe y de la golondrina y lo suficientemente mayor cómo para querer seguir leyendo.

Poco a poco, han ido pasando por mis manos casi todas las obras de este, que es sin lugar a dudas mi escritor favorito. Aún así, tengo la triste costumbre de sólo leer una de las que me faltan al año, temerosa de que se me terminen. Lamentablemente, el año que viene, se acabaran, cuando lea "Salomé".

Muchos de mis amigos lo saben, y es que yo tengo la esperanza de un 30 de noviembre, de algún año, poder acercarme a Père-Lachaise a dejarle a Oscar mi flor (lo del beso no sé) mientras pienso algo que cada día me parece más real: Todo hombre mata lo que quiere. (De la Balada de la Cárcel de Reading).
Hace 18 años no sabía quien eras, ni comprendía tu música, ni tan siquiera recuerdo haberte oído. Hace 18 años, tu voz se apagó.
Freddie, nadie quiere vivir para siempre, pero tu música te ha hecho inmortal.
18 años sin tí es demasiado tiempo.
Creo que alguna vez lo he comentado, mi mayor problema cuando iba a clase era cuando me aburría. Porque yo desconectaba y me dedicaba a hacer otras cosas. Ícaro, si no recuerdo mal nació en una clase, de esas interminables y aburridas... y hoy, buscando unos apuntes apareció. Para no volver a perderlo, lo dejo por aqui, a ver que os parece.

Si cerraba los ojos, aun era capaz de recordar cómo era; diminutas estrellas estropeando la inmensidad de un cielo enlutado, y a lo lejos, el rumor del mar luchando con el viento, y el frío colándose por los jirones de la ropa y de los sueños, robando las esperanzas, casi perdidas, de volver... Y el amanecer, que como un cruel enemigo le devolvía su mañana, amenazante, lentamente, cruel, extraño, ajeno, propio…

Y un sueño: el viento no luchaba contra el mar, sino que lo elevaba. Y el mar no gritaba enardecido durante la batalla, sino que le arrullaba. Y el sol, que se llevaba el frío y le devolvía la esperanza. Y el cielo, que no esparció estrellas, sino lágrimas que le mojaron la piel, llevándose con ellas la amargura,

Pero sólo pudo haber sido eso, un sueño, un cruel y estúpido sueño, porque aun podía sentir el inmenso cielo cubriéndolo cada noche, y el viento erizándole el vello del cuerpo, y el mar limpiando unas lágrimas, que ya no sabía ni suyas.

Un sueño, un cruel y estúpido sueño…

Pero al abrir los ojos, ya no quedaba nada. Sólo un mar en calma y la agonía de una libertad jamás alcanzada.

Cuando le cortas las alas a alguien temiendo que sea Ícaro, le estas prohibiendo ser Dédalo.

Hace un par de años por estas fechas (bueno, mentira, un poco más adelante, cerca de Navidad), estaba estudiando Hamlet. Y la verdad, creo que nunca he entendido al personaje tanto cómo lo hago ultimamente.

Todos tenemos nuestros Claudios, que nos muestran una careta que enmascara la podredrumbre de su alma. Todos tenemos nuestros fantasmas, generalmente disfrazados de principios que nos obligan a actuar. Y todos tenemos nuestras consecuencias y el temor a ellas es lo permiten que los Claudios sigan viviendo y que a la larga, todos seamos Claudio.

Creo que despues de esto, es un consuelo saber que tarde o temprano, todos moriremos.
Como los lunes son dias de musica en Twitter, hoy os voy a hablar de mi cancion favorita de los Beatles. Porque claro, los Beatles son como Jesus (pero mas famosos) y si no se tiene una cancion favorita, uno no sabe nada de musica.

La mia es I'm only sleeping y sale en el disco Revolver, donde se encuentra tambien el famoso submarino amarillo.

Hay tantas versiones de porque se hizo esta cancion como drogas tomaron estos chicos... Sin embargo, me encanta la idea de que John odiara madrugar, y que cuando le decian que se levantara el simplemente decia "solo estoy durmiendo".

Se que no es la cancion mas conocida de los Beatles, pero yo no puedo dejar de oirla... ¿y vosotros? ¿cual es vuestra cancion favorita de los 4 de Liverpool?

(Se que no he puesto acentos, he puesto el teclado en yanki y me daba pereza cambiarlo solo para esta entradilla)

¿Quereis pasar 6 minutos divertidisimos? Por favor, no os perdais este corte "Pigeon: Impossible? Imaginaros a un agente de la CIA novato con un maletin de armas nucleares y un donut enfrentandose a un enemigo que ni sacado de la lista de los malos malisimos del eje del mal... ¿Bin Laden? No, una paloma.

Por lo que he podido leer en Blog de Cine, su autor, Lucas Martell, ha tardado cinco años en terminarlo. Sin lugar a dudas, es un "parto largo" que ha dado vida a uno de los cortos más divertidos no profesionales que he visto.



El hecho de que una persona pueda comerse a otra en al mismo tiempo repugnante y atrayente. ¿Podría la vida que ingerimos alargar la nuestra? Sin lugar a dudas, el canibalismo ha ocupado un puesto de honor en la lista de temas tabú en todas las sociedades a lo largo del tiempo. ¿Pero por qué? No pretendo dar respuesta, puesto que no la tengo, a esa pregunta, sin embargo, puedo mostrar que el canibalismo está más cerca de lo que pensamos... ¿o acaso cuando te muerdes las uñas no te estas comiendo a ti mismo?

De todas formas, el canibalismo siempre ha estado ahí. Para mí, uno de los cuadros que se me viene a la cabeza cuando pienso en Goya es el de Saturno devorando a su hijo. Y es que repasando rápidamente la mitología, nos encontramos a Saturno, que se comió a sus hijos para que no le quitaran el poder y a Tantalo que ofreció a su propio hijo (Pélope) como parte del banquete, y eso que no he escarbado mucho. Y en la mitología Norteamericana nos encontramos al Wendigo, espiritu de la naturaleza que hacía que los hombres se convirtieran en lo peor que uno podría ser: un devorador de hombres.

Estando así las cosas, no sería de extrañar que a alguien se le fuera un poco la cabeza y decidiera probar el sabor del vecino. Conocidisimos son los casos de Bokassa I, Emperador de Centroáfrica y con el que mejor era llevarse bien... o mejor no, porque nunca sabías en que puesto ibas a acabar si te invitaba a cenar; si de invitado o de cena. Y ¿por qué no hablamos de Armin Meiwes, el canibal deRottemburgo? Quizás así en frío no caigas, pero si te digo que era un señor que tenía la fantasía sexual de devorar a otro, y que encontró a otro que tenía la fantasía de ser devorado... Cómo diría mi abuelo, la verdad es que hay gente "pa'tó". Y bueno, este verano hemos leido la noticia de un inmigrante albino que llegaban a las costas tinerfeñas en patera y que pedía asilo politico porque se lo querían comer en ritual.

A estas alturas tú estas pensando que la gente está un poco loca y que tú no has pensado en la vida en comerte a nadie. Enhorabuena. Pero no pienses que estas libre de la terrible influencia de los comedores de hombres, ¿o acaso no te has parado a pensar en lo gore que es en sí el cuento de Hansel&Gretel? Una señora mayor y sola, digo, una bruja, que captura a unos niños para ¡¡Comerselos!! Bueno, sabiendo como está el servicio, a ella la pone de chacha y a él para la cazuela, una compra inteligente... ¿Y luego preguntan por qué los niños no quieren leer? Mejor que se vayan a jugar a la calle, eso sí, que vuelvan antes de que oscurezca, que lo mismo viene el hombre del saco... ¿El hombre del saco? Claro, un señor que se dedicaba a secuestrar niños, sacarles sus grasitas para hacer potingues de inmortalidad a sus clientas...

Viendo cómo está el panorama, mejor nos dedicamos a leer libros en nuestra casita, que así nadie nos molesta. Vamos a coger un libro, cualquiera, así al azar... Beowulf, que me costó mucho aprobar Textos literarios cómo para olvidarme tan pronto de ellos. Umm... ¿Qué hace Grendel? ¿Se come a los guerreros? Nada, nada, viendo cómo está el panorama, voy a irme a Shakespeare que nunca falla... Voy a coger... Tito Andrónico... ¿Sabeis qué? A mi amigo Will, despues de tantos años estudiandolo es casi como de la familia, tambien le gustaba hablar de gente que se comía a gente ¿o no nos acordabamos de Támora que se come sus hijos sin saberlo?

Bueno, vayamonos a Swift, ese escritor "para niños" según alguien que seguro que no leyó su "modesta proposición". Y es que claro, si hubo una reina que dijo que si no tenían pan que comieran bollos, pues si no tienen carne, que coman niños... ¿no?

Y no creais que esto es sólo cosa de escritores de "vete-tú-a-saber-cuando" que no tenían nada mejor que hacer. ¡No! ¿Os suena cómo termina el Perfume de Patrick Suskin? Si sois cortitos cómo yo y os tuvisteis que leer el final del libro un par de veces para entenderlo, os recomiendo que veais la película de 2006. Y os suena Entrevista con el vampiro, de Anne Rice. No, no os creais que estoy pidiendo el comodin de la llamada, con eso de que los vampiros beben sangre... Me refiero al tercer libro de la saga, La reina de los condenados, cuando Maharet y Mekare deciden acabar con Akasha siguiendo los viejos ritos, comiendose el corazón... Viendo cómo esta el panorama, lo mismo tendriamos que leernos el Manifiesto Canibal de Oswald de Andrade... por si nos va interesando el tema, ¿no? Por si no lo sabiais, en los comics tambien encontramos ejemplos de canibalismo: Wendigo es uno de los enemigos del increible Hulk, en el primer tomo de Yami no Matsuei hay algunas referencias al canibalismo y en One Piece, Zeff se come su propio pie (Mi duda es, ¿sabría a queso?)

Si ya estais hartos, cómo yo, de leer libros y comics donde la gente se come una a otra, vamos a poner la tele y a relajarnos un ratito, que por lo visto reponen Embrujadas. ¿Sabiais que en Embrujadas las Halliwell tuvieron que enfrentarse a un wendigo? Nada, nada, mejor pongo los Simpsons... aunque claro, Kang y Kodos siempre estan pensando o como dominar la Tierra o como comerse a los humanos. Y es que claro, pensando que en el quinto especial de Halloween, La casa-arbol del terror V, nos encontramos la historia de Nightmare Cafeteria.... ni los Simpson se salvan. Por si por un casual no la habeis visto nunca, cosa que si vivis en España, Antena 3 intenta solucionar reponiendo y reponiendo capitulos, la historia va de que Skinner intenta solucionar los problemas de indisciplina en el colegio y de falta de presupuesto para el comedor, comiendose los alumnos maleducados. Yo aún recuerdo la gran frase que dice "relajaros niños, tengo la impresión de que Utter está más cerca de lo que pensamos. Despues de todo, ¿no hay un pequeño Utter en nuestro interior? De hecho, quizás nos hemos comido a Utter y está en nuestro estomago ahora". Una de mis frases favoritas (de hecho, las casas-árbol del terror de los simpsons se encuentran entre mis episodios favoritos, pero ya os contaré eso en otra ocasion).

Y si pensamos en peliculas, seguro que se os viene a la mente Hannibal Lecter, nuestro psiquiatra de paladar más exquisito. Y si sois de mi generación, en algun momento habeis visto Viven con vuestros amigos (seguro que ese día, sobraron palomitas). Y Holocausto Canibal, una película que no he tenido valor a ver, pero que es un mito. Si incluso Pedro Almodovar ha tenido su desliz canibal con La concejala Antropofaga (por cierto, Carmen Machi está superior en este corto). Si hasta mi querido Tim Burton tiene su Sweeney Todd con lo de comer carne... Por favor, escuchad A little priest. Y si habeis visto Charlie y la fábrica de Chocolate, seguro que habeis visto la escena en que se produce este dialogo:

Willy Wonka: ¿Os gusta mi prado, niños? Probad una brizna de hierba, por favor, es tan suave y sabrosa.
Charlie Bucket: ¿Nos podemos comer la hierba?
Willy Wonka: Por supuesto que podeis. Todo en esta habitación es comestible. Incluso yo soy comestible. Pero eso se llama canibalismo, mis queridos niños, y no está bien visto en la mayoría de las sociedades.

La verdad, que me ha entrado hambre. Así que me voy a ir a comer, pero no sin antes oir el disco Eat me, Drink me de Marylin Manson y la canción Mein Teil de Ramstein, dedicados ambos a nuestro amigo Armin.

Creo que hoy, comeré verdura...

El año pasado, tuve que hacer un trabajo sobre comida y cultura. En un principio hice uno sobre la importancia de la belleza en la comida, poniendo ejemplos de cajas de bento. Sin embargo, una de las presentaciones que hubo antes de la mia iba sobre el tema, y la verdad, ni el tema daba para tanto y yo me aburrí bastante. Así que, en una noche, preparé una presentación sobre este tema: Canibalismo en Cultura Popular. Las notas de aquella presentación me sirvieron para elaborar esta entrada.







No soy gótica. Empecemos por ahí. Tampoco me da miedo la muerte. Y me gusta estar sola. Sobre todo últimamente, cuando los vivos me dan tanto miedo. Así que a veces, me voy al cementerio.
No pilla lejos de casa, y la verdad, cuando tienes que despejar tus ideas, escuchar el Lacrimosa de Mozart en un lugar solitario ayuda mucho. Y siendo realistas, no hay nada más solitario que un cementerio... (bueno, quizás un concesionario de coches tal y como van las cosas)
El cementerio casi siempre está solo. Puede ue haya habido un funeral, y entonces hay flores frescas. Pero generalmente están allí hasta que se marchitan y alguien las quita. Cada vez hay más flores de tela o de plástico, supongo que porque duran más y son más baratas, y a fin de cuentas, los muertos no se van a enterar.
Lo bueno que tiene el cementerio, es que puedes llorar de rabia y todo el mundo pensará que es de pena, así que no te tomaran por loco ni por raro.
Pero esa tranquilidad se rompe durante aproximadamente una semana y media al año. Y es que para "los santos" todos (bueno, yo me niego a ir al cementerio en estas fechas, pero ya sabeis que yo soy rara) vamos a los cementerios a lucir tacones mientras arreglamos las tumbas abandonadas durante el resto del año. Es un acto social como cualquier otro.
Y todos nos acordamos de lo bueno que era el muerto. Porque no sabeis lo mucho que favorece morirse. Tanto que cualquier hijo de puta anónimo pasa a ser una buenisima persona. Y santo, oiga.
Pero mañana, día tres de noviembre, este carnaval se habrá acabado. Y cuando se sequen las flores, no irá la familia a cambiarlas por otras frescas. Porque ir al cementerio nos recuerda que estamos en este mundo de paso (lo que haya detrás lo dejo a la libre creencia del que lea esto) y que nuestro tiempo vuela.
Y a finales de semana, sólo un par de mujeres mayores, que visten ropa negra y andan despacito se cruzaran conmigo en mi paseo entre tumbas. Y seguro que se preguntan a quién tengo allí. Pero lo que no saben es que no tengo a nadie, sólo a los testigos mudos y muertos, que observan sin reprochar nada los cambios que estan llegando a mi vida.





La primera foto es de Simon Crubellier.
La segunda foto la tomé yo en el monasterio de Pskov. Si alguno de vosotros vais a Rusia os lo recomiendo (particularmente me gustó mucho más que la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo, pero me reitero en que yo soy rara)
El título es de una canción de Mecano.


La casualidad no existe; sólo la ilusión de casualidad...

Un día de mitad de noviembre de mitad de los ochenta, el propietario de una tienda en América recibió el pedido con las decoraciones de Navidad. Halloween acababa de pasar y aún quedaban algunos restos de disfraces que no habían comprado. Sin saber muy bien que hacer, decidió que ambas festividades compartieran escaparate.

Casualmente (ah, no, que la casualidad no existe), un chico pasaba por allí. Tenía una beca para trabajar en los estudios Disney. El sueño de cualquier animador, pero no el suyo. Dibujar zorritos y perritos felices lo estaba volviendo loco. La verdad es que tenía fama de ser un poco raro...

Como decía, este chico pasó por allí y vió la escena... Su mente se llenó de ideas y escribió un poema. Al chico le gustaba Vicent Price y pensó que sería genial que él leyera el poema algún día. Aquel chaval se llamaba Timothy William Burton y el poema que escribió fue este.



Cuando unos años más tarde, el chico, lejos ya de Disney, consiguió fama dirigiendo a adultos con alma de niños y a otros adultos que jamás superaron que asesinaran a sus padres, el chico decidió hacer de su poema una película. Sin embargo, por cuestiones de burocracia, no podría firmar su película. Corria 1993.

En 1994 yo tenía 8 años; mi primo 5. Un día, llegó a mi casa con dos cintas: La película de los Power Rangers y una de dibujos animados. Pusimos la de dibujos. Cuando terminó mi madre dijo que aquello no era una película para niños. No volví a verla.

En 2003 yo buscaba mi sitio desesperadamente, cómo cualquier adolescente. Me conecté a internet. Alguien puso una imagen. Aquel dibujo... ¿De qué me sonaba aquel dibujo?

Verano de 2004... En lugar de ir a la autoescuela, tomé la tonta costumbre de ir a un ciber. Ya estaba leyendo las crónicas vampiricas, escribiendo fanfics, ya sabía que el "gen friki" había despertado. Alguien volvió a poner una imagen de aquella película.

Dos semanas más tarde, compraba Pesadilla antes de Navidad y Drácula de Bram Stoker.

Desde aquel verano, todos los 31 de Octubre, lloro con Jack. Porque a veces, renunciar a un sueño es necesario para conseguir algo mejor.



(Esta es sin lugar a dudas mi parte favorita de la película... la letra está aqui en inglés y aqui en español)
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