Los 25 son, ante todo, una edad
traicionera. Es una edad en la que la gente a tu alrededor se empeña en decirte
que eres joven, tú te sientes mayor y el mundo corre. Y tú tienes la sensación
de que no es así.
Supongo que
a los 25 uno todavía es joven y si el mundo no se mueve no es sólo porque uno
no valga mucho, sino porque uno ha tenido la suerte de la inoportunidad.
A los 25 la
gente no se cree que uno tenga crisis existenciales. Pero las tiene. Y uno se
cuestiona su presente y su futuro y se lamenta del pasado.
A los 25
supongo que me llegó la resignación y una serenidad que no sé hasta que punto
es buena.
No todo ha
sido malo con los 25. Porque también han llegado potentes descongeladores a mi
vida: los niños del hospital, las eternas conversaciones, los mensajes de whatsapp…
las increíbles personas que hay detrás de cada uno de ellas.
Pero ha
llegado el momento de cerrar ese libro y comenzar uno nuevo… al fin y al cabo,
hoy cumplo 26.
23:00:00 |
Category:
Lui al otro lado del espejo
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