Generalmente siempre escribo entradas sobre lo asqueada que estoy del mundo. Por una vez voy a hacer algo diferente, voy a escribir sobre un tipo de gente que me gusta: la gente que sueña y que lucha por cumplir sus sueños. Y os voy a dar dos ejemplos.

Empezaré por Petete. No creo que sea apropriado decir que Petete sea amigo mio (tengo en alta estima esa palabra) pero desde que comencé la universidad Petete ha estado ahí. Él estudiaba "la doble" y tenía un grupo "Petete y Trauma". Le gustaba la música, le gusta la música y quería dedicarse a eso. Para mí siempre ha sido gratificante encontrarmelo en la biblioteca y el poco rato que podía compartir hablando con él siempre era ameno.

Lo cierto es que cuando me fui de Erasmus le perdí un poco la vista, pero ¡oh maravillas del Facebook! lo volví a encontrar. Ahora toca en solitario, pero tiene un disco: Haciendo ruido. Seguramente Petete no será David Bisbal (ni falta que nos hace, thank you very much). Pero me alegro muchisimo de que estes consiguiendo tu sueño.

Así que tú estas leyendo las cenizas, si te encuentras que Petete toca cerca de casa, acercate. Seguro que no te decepciona. (En cuanto pueda, le dedico un lunes de música a alguna de sus canciones).

La otra persona de la que quiero hablaros es Nisa Arce. (No sé si le gusta o no, pero para mi ella es Nis.) Nisa es escritora. De hecho yo la conocí así. En una época en la que yo podía ser un poco friki (porque tenía una rara avis llamada tiempo libre) lei un fanfic sobre uno de mis mangas favorito:Zetsuai. Me gustó tanto que le escribí a la autora.

Y con el tiempo hemos ido manteniendo el contacto. Ella, que no sólo escribe bien, es la digna sucesora de Joaquin Luqui.

Actualmente tiene dos novelas en el mercado: Pierrot y Doce Campanadas. (Espero no equivocarme en este dato). Minoritarias quizás pero ella lucha día a día por cumplir su sueño. Y sigue escribiendo.

Y aunque ella no lo crea, aquel fanfic, que me mandó impreso y autografiado es un tesoro. Porque sé que algún día podré decirle a alguien: Ella comenzó así.



¡¡Mucho ánimo a los dos!!

No todo iba a ser quejarse, ¿no?