Creo que alguna vez lo he comentado, mi mayor problema cuando iba a clase era cuando me aburría. Porque yo desconectaba y me dedicaba a hacer otras cosas. Ícaro, si no recuerdo mal nació en una clase, de esas interminables y aburridas... y hoy, buscando unos apuntes apareció. Para no volver a perderlo, lo dejo por aqui, a ver que os parece.

Si cerraba los ojos, aun era capaz de recordar cómo era; diminutas estrellas estropeando la inmensidad de un cielo enlutado, y a lo lejos, el rumor del mar luchando con el viento, y el frío colándose por los jirones de la ropa y de los sueños, robando las esperanzas, casi perdidas, de volver... Y el amanecer, que como un cruel enemigo le devolvía su mañana, amenazante, lentamente, cruel, extraño, ajeno, propio…

Y un sueño: el viento no luchaba contra el mar, sino que lo elevaba. Y el mar no gritaba enardecido durante la batalla, sino que le arrullaba. Y el sol, que se llevaba el frío y le devolvía la esperanza. Y el cielo, que no esparció estrellas, sino lágrimas que le mojaron la piel, llevándose con ellas la amargura,

Pero sólo pudo haber sido eso, un sueño, un cruel y estúpido sueño, porque aun podía sentir el inmenso cielo cubriéndolo cada noche, y el viento erizándole el vello del cuerpo, y el mar limpiando unas lágrimas, que ya no sabía ni suyas.

Un sueño, un cruel y estúpido sueño…

Pero al abrir los ojos, ya no quedaba nada. Sólo un mar en calma y la agonía de una libertad jamás alcanzada.

Comments (0)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...