A priori, The Karate Kid no es una película que yo hubiera ido a ver. Pero juntad tres amigas aburridas y muertas de calor, con demasiado calor hasta para hacer fotos a los muñecos que habían servido de excusa y sin muchas ganas de hacer nada. Así que nos fuimos al cine.
La historia es un remake de la peli de los ochenta (¿qué pasa en Hollywood que últimamente son todo remakes?). Aunque bueno, como los guionistas se tienen que ganar el sueldo, actualizan un poco la historia: el niño se va a China porque deslocalizan la empresa de su madre y el señor Miyagi ahora se llama señor Chang, o Cheng… o así…
La película es un poco larga (son más de dos horitas ¿eh?) pero genial para pasar una tarde de sábado.
Lo mejor: Las peleas del final. Tendríais que habernos visto aplaudiendo los combates, jaleando a los chavales y cosas por el estilo. Creo que no me había reido tanto en el cine en mi vida. El chaval Elvis que pelea… esa forma todo chula de saludar hace que le quiera montar un club de fans. Jackie Chan es el amo, en serio.
Lo peor: ¿Por qué la peli se llama The Karate Kid si hacen Kung Fu? El aspecto de videojuego de los combates. La peli es una americanada, americano bueno, chino malo. No hay cera... no hay dal cela pulil cela... La chaqueta no tiene el mismo glamour.
Valoración total: 8/10 (sobre todo por lo bien que me lo pasé en el cine)
21:43:00 |
Category:
el cine es un espejo pintado
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